En primera instancia, debo resaltar la importancia del ejemplo que se nos plantea sobre el ferrocarril. Un ejemplo tan sencillo que nos demuestra que siempre tendemos a hablar mal sobre lo desconocido, nos mantenemos alejados, o incluso, le tenemos miedo. Y no importe que aparente o no tener una imágen amenzante, siempre vamos a huírle igual. Es muy importante tratar de hacernos reflexionar sobre lo que no conocemos, finalizando con "Internet es una nueva tecnología que es, en sí misma, ni buena ni mala. Solo podemos juzgarla de acuerdo con el uso que se haga de ella". Personalmente creo que Internet, y la mayoría de las cosas de las cuales podemos sacar provecho, puede ser considerado tanto un arma como una herramienta. Ni en menor ni en mayor grado. Arma y herramienta por igual.
Por ejemplo, si hacemos un buen uso en recopilación de información para completar alguna tarea, o realizamos una búsqueda u ofrecimiento de trabajo, o nos mantenemos en contacto con algún amigo que se encuentra de viaje (o que por la cantidad de tiempo transcurrido ya no vemos); estaríamos utilizando Internet como una herramienta. Por el contrario, si la usamos para pirater música (afectando a las discrográficas y de este modo a los artistas), o abusamos de pornografía (insitando para que estos sitios se multipliquen), o colocamos o repetimos información negativa (promoviendo la violencia); estaríamos utilizándola como un arma. Siempre quiérase o no, destruyendo o modificando algo de forma negativa.
Aunque parece ser que este concepto sobre Internet de arma-herramienta (dependiendo de quién la use y para qué), no es compartido por Vargas Llosa. Hace un tiempo atrás, el escritor, entre tantas cosas que dijo en su discurso en Uruguay, expresó: "Internet ha cambiado con la gramática" y que los jóvenes pensamos como "monos". El dicurso puede, o no, haber molestado a muchos. A mí sí. Y no me voy a detener en lo mencionado sobre que Argentina es una "barbarie" y que "los Kirchner son los dueños del país" (haciendo referencia, además, a que en años anteriores estábamos mejor), ya que evidentemente se salteó un período histórico y debería tomar por lo menos UN libro de historia. Pero sí cabe destacar que es lamentable que un escritor y portador de un Premio Nobel de Literatura pueda generalizar de esa forma atacando a los amantes de Internet. Si bien es cierto que la mayoría de las veces "los jóvenes acortan las palabras y vulneran las reglas gramaticales en los chats de Internet, Twitter y Facebook" y en la mayoria de los casos nos acostumbramos a hacerlo de esa manera, voy a recalcar que su error fue el de generalizar y el no especificar como correspondía. Quizás, si lo hubiese hecho, se hubiese ganado más aplausos. Siempre hubo gente analfabeta, con errores de ortografía que se expresan y escriben de esa forma (o quizás por ignorancia misma o por comodidad), y en Internet no hay excepción. "Si escribes así, es porque hablas así; si hablas así, es porque piensas así, es que piensas como mono". Esas fueron sus palabras.
Por su parte, Keiko, atacó las palabras del escritor expresando que los jóvenes que usan Twitter y Facebook no son "monos" sino "genios". Parece ser que la candidata a presidenta 2011 en Perú optó por la forma moderna y se familiarizó con Internet para poner énfasis en su candidatura teniendo su sitio en Facebook y Twitter. Pero la pelea de Keiko con Vargas Llosa viene por otro lado y ese no es un tema que entre en este debate.
Por otro lado, si queremos utilizar Internet para alimentarnos de información, corremos el grande riesgo de comprar información errónea. Sobre todo en los tiempos que transcurren que creemos todo lo que leemos sin hacernos muchos interrogantes. Al querer aumentar nuestros conocimientos, podríamos estar aumentando nuestra ignorancia. Pero aun así, no seguimos buscando otras fuentes. Siempre nos quedamos con lo primero, con lo más cómodo, ya que parece ser ése el punto de los avances tecnológicos; facilitarnos todo. Y lo normal o lo común es quedarnos con lo fácil, porque de lo contrario, si fuésemos amantes de la investigación, trataríamos de evitar Internet y concurririamos a los libros.
Citando lo de la información falsa que se puede publicar en Internet, podemos especificarlo con Twitter. Más allá de ser una de las redes sociales más importantes, se le ha estado atribuyendo un uso sumamente significativo. Es una heramienta de doble filo, ya que todo lo que ocurre uno se puede enterar en el momento. Mucho antes de que salga en televisión, la radio, o incluso más rápido que los diarios online. Uno se puede informar de lo que sea que ocurra en el mundo. Pero incluso Twitter no se salvó de la información errónea, ya que siempre circulan por la red muertes ficticias como la de la Hermana Bernarda (monja cocinera argentina) y Justin Bieber (cantante adolescente estadounidense que fue "matado" en varias oportunidades). Uno, al estar acostumbrado al enterarse por ese medio de forma inmediata y por la carrera de quién es el primero que se entera, compra la información y la reproduce.
Eso de saber que lo que hay en internet no es palabra santa lo conocemos perfectamente, pero siempre preferimos correr el riesgo. Somos conscientes de los malos hábitos también, por ejemplo, cuando estamos aburridos en Facebook, vamos del inicio al perfil, del perfil al incio, del inicio al perfil, y así sucesivamente esperando que alguien comente algo, escriba lo que está pensando o postee alguna foto contando algo sobre el lugar en el que está. Vemos que no estamos haciendo nada productivo, pero el vicio de Internet nos atrapa y no hacemos nada para escapar.
Podemos creer, asegurar y/o debatir que Internet, junto con las redes sociales también modificaron la televisión argentina. Facebook es el ejemplo más apropiado para compararlo con los Reality´s Show, debido a la exposición. Gran Hermano, en Argentina, es uno de los pocos programas de entretenimiento para algunos y aburrimiento para otros que no solo sobrevivió a la bomba de Internet, sino que se hizo mucho más enriquecedor. Logró levantarse a través de foros, debates, encuestas, y hasta videos editados o en vivo que figuran en la web. En el reality, a los participantes parece importarle menos la exposición ya que el último show comparado con los primeros, son extremadamente diferentes. Y al parecer todos los programas deberían tener algo de "show", debido a que a muy pocos personajes de la televisión o personas de la sociedad le importa la sobreexposición. La vida privada de cada uno dejó de ser privada para luego convertirse en pública. Empezando con un simple chat, en donde el deconocido que estaba frentea una pantalla podría llegar a conocernos mucho más que el compañero de banco de clases. Luego pasó a fenómenos como Metroflog y Fotolog, donde no solamente podíamos comentar sobre nuestra vida o llevar un diario (no)íntimo online, sino también colocar una fotografía y estar dispuesto a recibir comentarios de familiares, amigos y desconocidos. Luego empezaron a hacer furor los blogs y redes sociales como Badoo, Facebook (quien todavía es una moda imparable en Argentina), Twitter (una moda mundial), entre otras, donde el contacto, amigo o seguidor puede llegar a conocernos en límites incontrolables.
También, podría sonsiderarse que Internet es un peligro (al igual que para nuestra vida misma), para la televisión. Y no se puede hablar de un peligro que acabe definitivamente con la comercialización de la misma porque sería contradictorio con el ejemplo que resalté en el texto sobre el ferrocarril. Pero sí podemos hablar de peligro en el sentido de que en el día de hoy podemos elegir nuestra propia programación, a la hora que sea, de cualquier programa, en el país que se nos ocurra gracias a Internet.
Particularmente, el mayor uso que le doy a Internet es el de ver series, programas de televisión, películas, videos musicales y adelantos online. Incluso puedo repetir el segundo que me perdí, el detalle que se escapó y hasta ver aquello que todavía no llegó a la televisión por cable o a la pantalla grande.
Negativamente, cabe destacar que, frente al provecho que podemos sacar al informarnos de infinidades de diarios, elegir nuestra propia programación a la hora que nos quede cómodo o retroalimentarnos de información general, podría decirse (y señalar lo que se marcaba en el texto), que ésto descarta las relaciones humanas. En parte, perdemos contacto físico, no ir a la bilblioteca, no comunicarnos mediante el teléfono con personas de corta o larga distancia, etc. Convertimos nuestro tiempo libre o hacemos nuestro tiempo libre para sentarnos al frente de una computadora en lugar de elegir el cara a cara con las personas o realizar algo productivo.
Uno de los puntos que no pude entender fue el párrafo en el que se habla de ética. Precisamente la pregunta de "¿Cuál es la ética de los que, como Bill Gates y Microsoft, quieren a cualquier precio ganar la batalla de las nuevas tecnologías para sacar el mayor bneficio personal? ". Creo que a la hora de hablar de beneficio personal y el de eliminar la competencia, o más bien, competir en la batalla de las nuevas tecnologías, siempre y cuando no afecte a terceros, NO es necesario hablar de ética. Eso, para mí, no resultaria un buen competidor.
Y por último, debo decir que personalmente me gustó mucho leer la nota con una mente tan abierta por parte del autor, opinando de una forma positiva acerca de un tema tan desconocido en ese momento (1995), teniendo en cuenta que en esa época solo un 3% de la población apenas usaba un ordenador, siendo así, un porcentaje mucho menor el que accedía a Internet.
Estoy enamorado de Internet. Enamorado de Internet como arma y como herramienta. Lo volvería a elegir una y otra vez, y nunca intentaría separar sus conceptos, porque así con sus ventajas y desventajas, con sus errores y sus aciertos, hoy se puede sacar un enorme provecho. El mundo puede saber quiénes somos... tenemos un importante medio que nos permite conocer, saber, informar, enterar, expresar, mostrar, influír e inspirar.
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